Antecedentes
Las inversiones en biodiversidad son inversiones en desarrollo sostenible, que contribuyen directamente a reducción de la pobreza, la sostenibilidad económica y la gama completa de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Al mantener la biodiversidad y los ecosistemas, se mantiene la capacidad del planeta para mantener su prosperidad. No obstante, la Evaluación de los Ecosistemas del Milenio (2005) identificó que todos los ecosistemas han sido transformados por acciones humanas, con la pérdida del 35% de los manglares, el 20% de los arrecifes de coral y alrededor de la mitad de los bosques tropicales.
Asimismo, la evidencia disponible y las decisiones adoptadas por las Partes en el Convenio sobre Diversidad Biológica (CDB) indican que sigue existiendo una brecha significativa en las finanzas para la gestión de la biodiversidad para que los países amplíen drásticamente sus esfuerzos y alcancen las 20 Metas de Aichi definidas en el Plan Estratégico del CDB para 2011-2020.
En este contexto, PNUD lanzó en octubre de 2012 la iniciativa “Finanzas para la Biodiversidad” (BIOFIN) como una nueva alianza mundial que busca abordar el desafío de la financiación de la biodiversidad de una manera integral, construyendo un caso empresarial sólido para una mayor inversión en la gestión de ecosistemas y biodiversidad bajo una metodología que ha sido desarrolla en 30 países del mundo, entre ellos Costa Rica.
Esta iniciativa pretende ayudar a los gobiernos a elaborar una sólida justificación en favor de un aumento de la inversión en la conservación, el uso sostenible y la distribución equitativa de los beneficios de los ecosistemas y la biodiversidad, con un enfoque dirigido a determinar y cubrir las necesidades de financiación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad (ENB) y sus metas globales, y gestionar soluciones concretas para los proyectos señalados como prioritarios por las autoridades del Comité Director en el plan de movilización de recursos financieros.
El proyecto es liderado por un Comité Director conformado por el Ministerio de Hacienda, el Ministerio de Ambiente y Energía (MINAE), y el Ministerio de Planificación Nacional y Política Económica (MIDEPLAN), y cuenta con el apoyo técnico de PNUD. En el desarrollo del proyecto se ha involucrado también a la banca y el sector productivo privado. La iniciativa se implementa en dos etapas.
La primera fase consistió en aplicar una metodología para cuantificar el déficit de biodiversidad, entendido como la brecha existente entre los recursos que actualmente invierte el país en la gestión de su biodiversidad y los recursos requeridos para poder implementar con éxito la ENB. Se trabajó en: 1) Análisis de integración de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos a las políticas sectoriales de desarrollo, planificación y presupuesto nacional; 2) Evaluación de las necesidades de financiación y de gobernanza para la gestión y conservación de la biodiversidad y los servicios ecosistémicos en Costa Rica; 3)Identificación, evaluación y priorización de las diferentes fuentes de fondos para satisfacer las necesidades de financiación de la biodiversidad de Costa Rica; 4) Desarrollo de actividades preparatorias para la aplicación de la estrategia de movilización de recursos a nivel nacional.
Dentro de los principales logros del Proyecto BIOFIN en su primera fase, destacan: 1) Actualización de datos e inventario nacional: Apoyo a la formulación de la Estrategia Nacional de Biodiversidad, así como su costeo y determinación del déficit de financiamiento de la biodiversidad. Además de la identificación de flujos financieros para implementar esa estrategia y reducir la brecha financiera; 2) Priorización de proyectos: Elaboración de perfiles de proyectos y desarrollo del proceso de priorización por parte de las autoridades nacionales; 3) Identificación de soluciones financieras preliminares y su potencial de movilización de recursos para apoyar el financiamiento de la biodiversidad.
La segunda fase de la iniciativa consiste en implementar un plan de movilización de recursos para reducir ese déficit por medio de soluciones financieras innovadoras. Su principal objetivo el apoyar el proceso de implementación de las iniciativas de movilización de recursos (soluciones financieras) priorizadas durante la fase I.
Dentro las soluciones financieras por implementar destacan el Bono Verde para inversión en infraestructura de Áreas Silvestres Protegidas (ASP), la Plataforma de Concesiones de Servicios y Actividades No Esenciales (SANE) en ASP, la Plataforma de Financiamiento para Bionegocios, el Capital Semilla y Empresarialidad para el Turismo Sostenible, Huella del Futuro, la Nueva Generación de Pago por Servicios Ambientales y el Programa Más Mujeres, Más Natura. Los portafolios de inversión y de necesidades mapeadas a través de estas tres soluciones financieras requieren del apoyo de una persona con formación en manejo de Sistemas de Información Geográfica (SIG), tanto para la sistematización de información recolectada en campo como para el apoyo a metodologías para la medición de impactos positivos en la biodiversidad y la gestión de riesgos asociados a la naturaleza.